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¿EN QUÉ CREEMOS?

NUESTRA MISIÓN

En un tiempo que los pastores llamaron “Soñar los sueños de Dios” donde se levantaron los cimientos de lo que hoy define la Iglesia, llegó nuestra palabra Rhema Ezequiel 37:1-6, que a la vez también es nuestra misión: profetizar la Palabra de Dios y acompañar a cada miembro de nuestra congregación hacia su sanidad, su madurez en Cristo, y su crecimiento por el poder del Espíritu Santo dando aliento de vida a todo hueso seco.

NUESTRA VISIÓN

Visionamos con una iglesia:

  • Apasionada y que se moviliza con la obra misionera.

  • Que ama con todo su ser orar y adorar.

  • Donde se vuelve a creer en la iglesia.

  • Una iglesia llena de familias y niños.

  • Una iglesia que sana y restaura.

  • Una iglesia llena del Espíritu Santo.

  • Donde se puede ser vulnerable y se encuentra familia.

  • Una iglesia generosa que busca primero el reino de Dios y su justicia.

  • Una iglesia que equipa y envía ministros a seguir haciendo reino.

  • Una iglesia que planta más iglesias.

NUESTRA HISTORIA

La Iglesia Cristiana Pasión & Gracia nació en el corazón del pastor desde que era un niño y fue confirmado a través de sus autoridades, comunidad de fe y palabras proféticas. Sin embargo, fue años más tarde cuando junto con su esposa estaban desempeñando su rol de pastorado de apoyo en la ciudad de Villavicencio que se materializó dicha palabra. Acto seguido y luego de varios años de fidelidad con su iglesia local son enviados en bendición a desempeñar la labor que Dios les había llamado a hacer en la ciudad de Bogotá el 17 de octubre del año 2021, siendo la primera reunión en la sala de un apartamento en el norte de la ciudad con 8 personas.

CREEMOS QUE:

Como confesión de fe, somos una Iglesia Trinitaria Carismática. Creemos que hay un solo Dios verdadero y viviente; creador del cielo y de la tierra y todo lo que en ellos hay; es Santo, Poderoso, Tierno, amante y Glorioso; digno de todo el amor y honor, confianza y obediencia, majestad, dominio y poder ahora y por todos los siglos; y que en la unidad de la deidad hay tres divinas personas, iguales en toda perfección divina ejecutando distintos pero armoniosos oficios en la gran obra de redención:

El Padre — Lleno de amor y justicia, compasivo, como un Padre para todo aquel que le busque y que bondadosamente dio a su unigénito Hijo para redimir a la humanidad y reconciliarla consigo.

El Hijo — Co-existente y co-eterno con el Padre, quien, concebido por el Espíritu Santo tomó la forma de hombre, cargó nuestros pecados y llevó nuestras dolencias, y por el derramamiento de su sangre preciosa sobre la cruz del Calvario compró la redención para todos aquellos que creyeran en Él. Luego resucitó con poder venciendo el poder de la muerte, el pecado y el infierno para sentarse a la diestra del Padre.

El Espíritu Santo — La tercera persona de la Deidad, el Espíritu del Padre derramado, poderoso, omnipresente, quien lleva a cabo una misión importante en la tierra, convenciendo de pecado, de justicia y de juicio a la humanidad. Trae a los pecadores al Salvador, reprendiendo, contendiendo, escudriñando, consolando, guiando, vivificando, enseñando, glorificando, bautizando y revistiendo con poder de lo alto a aquellos que creen en Jesucristo y son bautizados en El Espíritu Santo.

Somos carismáticos.

Como iglesia carismática, creemos que el Espíritu Santo es un agente activo en la iglesia. Somos continuistas, lo que significa que creemos que todos los dones dados por el Espíritu Santo a los creyentes siguen operando, esto no para exaltación del hombre sino con el fin de dar gloria a Dios y edificar la iglesia. Tal como Jesús dijo en Juan 16:7-13, creemos que el Espíritu Santo fue la promesa dada por Jesucristo para acompañar al creyente en su proceso de crecimiento.

El Espíritu Santo sigue santificando a la Iglesia (2 Tesalonicenses 2:13), alcanzando a aquellos que han de ser salvos (Hechos 8:29-38), convenciéndolos de justicia, juicio y pecado (Juan 16:8), y fortaleciendo al creyente para vivir una vida conforme la voluntad de Dios (Romanos 8:26).

Creemos en la necesidad vital del desarrollo de los frutos del Espíritu Santo en nosotros (Gálatas 5:22-23), ya que solo así nuestro carácter cristiano será modelado para vivir conforme la voluntad de Dios.

1. Amamos adorar a Dios.

2. Amamos escuchar y obedecer su voz.

3. Somos llenos del Espíritu Santo.

4. Somos familia.

5. Somos generosos.

6. Servimos y compartimos nuestra fe con otros.

7. Vivimos apasionados por gracia

COMUNICAMOS NUESTRA CONFESIÓN DE FE A TRAVÉS DE 7 PILARES FUNDACIONALES